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En los días previos a las elecciones del 2 de junio, ha habido un aumento preocupante en los casos de violencia política en varias regiones. Los asesinatos de candidatos a puestos políticos han generado un clima de tensión y temor entre la población y los aspirantes a cargos públicos. Estos actos atroces no solo amenazan la integridad del proceso electoral, sino que también representan un grave desafío para la democracia y el estado de derecho en nuestra sociedad. Es crucial que las autoridades competentes tomen medidas firmes para garantizar la seguridad de todos los candidatos y el libre ejercicio del derecho al voto por parte de los ciudadanos. La violencia política no debe tener cabida en un proceso electoral justo y transparente.
Cabe señalar que se elevó el número de aspirantes ejecutados a 37.
La consultora también contabilizó 828 ataques no letales contra candidatos durante la actual temporada electoral, frente a 749 desde el lunes.
