Sin Censura.-Guerrero Mier, Ismael y Esteban:Tres momentos, tres historias

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En noviembre de 1999, todo indicaba que, finalmente le había llegado la hora a Durango. El entonces gobernador Ángel Sergio Guerrero Mier, estaba en los cuernos de la luna. Había sido señalado por la dirigencia nacional del PRI como el indicado para dar a conocer el próximo candidato presidencial.

Y así fue. Guerrero Mier, uno de los priistas más conocidos y considerado uno de los operadores electorales estrellas del vetusto sistema priista, presentaría a Francisco Labastida Ochoa como el triunfador del primer proceso interno para elegir al candidato presidencial. El sonorense se había impuesto con facilidad a Roberto Madrazo, entonces gobernador de Tabasco y el coordinador de la campaña interna del triunfador había sido el gobernador duranguense.

A partir de ese mes de noviembre, la imaginación de la clase política tricolor se había desbordado. Guerrero Mier se integrará a la campaña presidencial ya que podría ser el próximo secretario de gobernación. Guerrero Mier será el brazo derecho del próximo presidente de la República. Durango, finalmente, y gracias a Guerrero Mier saldrá del atraso y olvido.

Sin embargo, ya entrada la campaña presidencial del 2000, las ilusiones comenzaron a transformarse en pesadillas. El candidato priista no levantaba y los debates contra el candidato del PAN, Vicente Fox, los había perdido de calle. La preocupación no sólo en el equipo del sonorense y del entonces presidente Ernesto Zedillo, se hacían cada vez más visibles.

Finalmente el primer domingo de julio del 2000, el priismo nacional era corrido a base de votos, de Los Pinos y su lugar lo ocuparía un mercadólogo de la Coca Cola, Vicente Fox Quezada.

Cierto, Guerrero Mier se dobló ante la inesperada realidad pero nunca se quebró. Se trataba de uno de los políticos más completos y reconocido entre la clase política tricolor de esa época. La realidad lo derrumbó con votos, pero el orgullo de inmediato lo levantó.

Guerrero Mier nunca aceptó a Vicente Fox como presidente de la República y las contadas ocasiones que el panista visitó a Durango para supervisar la naciente obra de lo que años después sería la súper cartera Durango-Mazatlán, se llevó una agria experiencia, pues Ángel Sergio, siempre lo trató con frialdad y excepticismo.

Guerrero Mier tuvo que verle la cara, por casi cuatro años, a los panistas. Los roses fueron permanentes; tardó semanas en reconocer la presencia de los nuevos delegados federales, que ya no eran de las filas del priismo y acudió al poder legislativo para que su bancada lo ayudara a mejorar los raquíticos presupuestos que el ejecutivo federal panista le autorizaba.

Fue hasta la llegada de Ismael Hernández Deras que la relación entre el gobierno estatal de Durango y el ejecutivo federal, mejoró notablemente. Hernández Deras desdobló todo un plan de acción, con un equipo de comunicadores y de relaciones públicas, para “enamorar” a Vicente Fox, y lo consiguió. Se logró construir una gran amistad, a grado tal, que Ismael convenció al guanajuatense de crear un fideicomiso para financiar la multimillonaria obra de la súper carretera a Mazatlán.

De Ismael a Esteban

La relación de José Aispuro con Andrés Manuel López Obrador, nunca fue buena, por más empeño (que estrategia) que le ponía el hijo de Tamazula.

Aispuro nunca comprendió que el pertenecer a la Alianza de Gobernadores, que había nacido como contrapeso al gobierno morenista, se convertiría en el principal factor para nunca tener la amistad y la colaboración de Andrés Manuel.

Y como podemos recordar, las finanzas estatales terminaron en desastre. Claro, que una de las causas fueron los recortes federales, pero otra principal fue la corrupción.

Durante la campaña de 2022, el entonces candidato de la Coalición PRI-PAN-PRD, Esteban Villegas definió con claridad que no debería meter el nombre de López Obrador en su activismo propagandístico. Y lo cumplió.

Por ello, el día que recibió la constancia de mayoría como gobernador del estado, uno de los primero compromisos que hizo fue el de enamorar al presidente López Obrador. Y también lo logró.

Durante más de 18 meses, el hoy mandatario estatal ha logrado transitar no sólo con el presidente López Obrador, sino con gran parte de su equipo; con varios secretarios de estado, lo que le ha permitido enfrentar los compromisos financieros heredados y estabilizar la administración estatal en tiempo récord.

Ayer, Villegas Villarreal, en su encuentro con reporteros de la fuente, dió a conocer que en su reciente visita, el presidente Andrés Manuel se comprometió a dejar resuelto el proyecto de la presa Tunal II, que permitirá garantizar el abasto de agua potable a toda la ciudad de Durango, para los próximos 50 años.

La construcción de la presa Tunal II, representa una inversión de 3 mil millones de pesos; “te voy a ayudar para que no se quede a medias y tengan agua”.

El presidente tabasqueño, complementó Esteban, se comprometió a darle seguimiento con el equipo federal para que quede aprobado el próximo 2025, cuando menos en una primera etapa.

“Fue una buena noticia que el Presidente compartió en su visita a la potabilizadora, mientras que los constructores se comprometieron a que a más tardar, el 24 de agosto deba estar terminada la planta para que la mitad de la ciudad pueda tener agua potable de la presa y descansen los mantos freáticos de todos estos pozos, lo que permitirá agua limpia, potable y superficial para consumo humano”.

El mandatario estatal, dejando de lado a quienes nada les acomoda y se la pasan criticando todo, está convencido que para avanzar aceleradamente en la solución de los problemas estructurales de los duranguenses, hoy más que nunca se hace necesario hacer política, política y más política, y por fortuna es lo que ahora vemos, se está haciendo.

Jun. 18. 2024

Por: Víctor R. Hernández

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