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El Festival Muuki “El Camino de las Almas” sigue consintiendo a las familias duranguenses con tradición, sabor y creatividad. Este año, la gran protagonista fue una Catrina monumental hecha de pan de muerto, dedicada a un simpático perro alebrije que robó las miradas en la Plaza IV Centenario.
Para dar forma a esta deliciosa escultura, se usaron 3 mil panes elaborados por cerca de 100 estudiantes de Gastronomía de la Universidad Vizcaya de Las Américas, quienes trabajaron durante dos días en equipo junto con el Gobierno Municipal para crear este ícono del Muuki.
La celebración también incluyó un concurso de Catrinas, además de repartir pan de muerto y chocolate caliente, en una fiesta que honra nuestras tradiciones y une a la gran familia duranguense.